Y arrancó nomas...
Me agarró con un propósito bastante carachento, pero no daba para propuestas incumplibles y a la vez tenía que ser un desafío, sinó no vale.
Ya volví de casa, ya no volví de ser hija, ya volví de las no preocupaciones...
ya empecé a trabajar... y no hubo adaptación, a los cachetazos los quilombetes de siempre.
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